El dolor más grande es la pérdida de un ser amado. Pero la alegría más incontenible será ver nuevamente a aquel ser amado. Sólo deseo impartirles el extraordinario suceso que muy pronto se llevará a cabo aquí en la tierra bajo el Reino de Dios, ya que el Evangelio según Juan 5:28,29 asegura que “todos los que están en las tumbas saldrán”. Que la tierra compasión del Dios Altísimo Jehová los acompañe.