La muerte de un ser querido es un dolor tan grande que se lleva en el corazón.
El Señor Jesús cuando estuvo en la tierra lloró y sufrió por la muerte de un ser querido fue Lázaro y él dijo : “Que los que están en las tumbas escucharan su voz y volverán a la vida “.
Que maravillosa esperanza para el futuro volver a ver a nuestros seres queridos que han muerto serán jóvenes y sanos.
Mucha fuerza y fe en las promesas de Dios para el futuro.