A la estimada familia Vidal:
En estos momentos de profunda tristeza expresamos nuestras condolencias a la familia, compartimos una consoladora promesa divina que se hará realidad bajo el Reino de Dios: “Y les secará toda lágrima de sus ojos, y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza o duelo”.
Que esta consoladora promesa sea el bálsamo que alivie nuestros corazones en duelo.
Con mucho cariño y respeto,
Julián y Urania