Estimados. Les envío mis condolencias, esperando que las tiernas misericordias y paz que Dios da, les permita enfrentar esta situación de la mejor forma posible. Que la siguiente promesa les sirva para tener animo y esperanza: “No se asombren de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz y saldrán: los que hayan hecho cosas buenas, para una resurrección de vida”.