Estimados. Les envío mis condolencias, compartiendo la siguiente promesa bíblica: “[Dios] les secará toda lágrima de sus ojos, y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor. Las cosas anteriores han desaparecido”. Aguardamos con anhelo el cumplimiento de esta promesa, cuando Dios elimine la muerte y reviva en la tierra a nuestros seres queridos fallecidos. Mientras tanto, espero que se puedan apegar a Dios para seguir adelante.