En momentos como estos donde se siente el dolor más grande por la pérdida de un ser amado podemos comprender cómo se sintió el Dios Altísimo cuando murió su hijo, y que reconfortante fue volver a verlo. Muy pronto ocurrirá lo mismo con toda persona que se ha dormido en la muerte. En el Evangelio según Juan 11:41-44 se narra la resurrección de un hombre que es la evidencia y garantía de volver a ver a nuestros seres queridos que han muerto. Que esta información los consuele y les de esperanza segura. Me despido afectuosamente, Testigo de Jehová.